2022

 

¿Cómo partir? ¿Por dónde partir?

Cliché o no, y con una serie de sensaciones mezcladas al hacer la capitulación de este año, creo que las palabras que pueden resumir mi año son dos, agradecimiento y aprendizaje, y mucho de ambas.

La vida es, así de simple, simplemente es, y dependiendo de cómo te pilla, te puede subir como te puede bajar, y las cosas fueron como fueron en el momento que fueron. No hay nada que se pueda hacer para cambiarlas, pero si para replanteartelas, abrir la mente, y mirar con optimismo el futuro, aunque la realidad sea otra.

“A porrasos se aprende” dicen, que en mi experiencia no deja de ser verdad. Y aunque uno haga el esfuerzo de hacer bien las cosas, perfecto no se es, ni se sostiene la verdad absoluta, por lo cual la vida, y las vidas que la componen, con sus propias experiencias, a veces te dejan sentado en el piso.

Lo que a su vez, te abre oportunidades que antes no habías visto, o que habías ignorado. Uno es dinámico al igual que la vida, las herramientas de ayer, no necesariamente son las adecuadas para hoy, ni puede que las de hoy para mañana, es una balanza en constante reajuste.

Por esta misma razón doy las gracias, porque he aprendido, y un montón. Me doy cuenta de muchas cosas sobre mi mismo, que hoy acepto, y valoro, les doy las gracias, y dejo que sean parte de mi pasado, pero eligiendo cuales son las que me sirven hoy, y en el interminable mañana.

Creo, que cerrar los ojos, y virar la atención hacia adentro, aceptarse uno mismo tal y como es, con lo bueno y lo malo, nos ayuda a resolver muchos problemas para con nosotros, y el resto. Es un desafío, a veces no agradable, pero con un resultado creo que esperanzador. La decisión, es propia.