TRIATLÓN DE ZAPALLAR 2017

Tanner Investments Triatlón de Zapallar- 091217 - © Felipe Gálvez Engels, All Rights Reserved.jpg

El equipo de AndesChimp no se anda con chicas, cuando de trabajar se trata, se hace de sol a sol, es por eso, que levantarse a las cinco de la mañana se está volviendo una costumbre.

La rutina a esas horas no cambia mucho, levantarse con más ganas de seguir durmiendo que vivir, sobre todo si sabes que dentro de unas horas, te vas a meter al mar que está a unos 15ºC. Solo la idea de pensar en el frío me hace tiritar. Nada que una taza de café me ayudara a pasar. Una ducha rápida, con un chorro de agua fría al final, para terminar de abrir los ojos. 

El equipo de trabajo estaba listo desde la noche anterior. En esta ocasión, iría más cargado que de costumbre, me tocaba trabajar tanto en el mar, como en la carretera. Por eso mismo, fui con traje completo para el agua, más la respectiva carcaza para la cámara. Y para moverme en tierra, me llevé una bicicleta. En situaciones como esta, es donde se pone a prueba mi condición física. 

Como buen "deportista", o más bien, como alguien que se preocupa por mantener un estado físico aceptable, antes de entrar al agua tocaría hacer un par de ejercicios previos a nadar, como activar las articulaciones de brazos y piernas, además de elongar un poco. Una vez con traje puesto, me camuflé entre los verdaderos deportistas, quienes tenían por delante 1500 metros de nado, 40 kilómetros de bicicleta y unos 10 kilómetros de trote. Un desafío físico de más de 2 horas de duración, sin pausa, para los más rápidos.

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SIGUE VIAJANDO

Una vez en el agua, habiendo superado el frío inicial, para asombro de los nadadores, logré retratar un poco la ansiedad previa a competir. Esa mezcla de sensaciones, entre miedo, adrenalina y desesperación. Yo también la sentía antes de competir. Se irradia felicidad, nervios. El corazón se acelera, el cuerpo tirita, quiere entrar en movimiento. Una inusual calidez inunda cada parte del ser.

Llegado a cero el contador, el inicio de la competencia partió con una ola azotando la arena, y como si asustara a una caballada salvaje, se sintió como el suelo rugía, mientras más de 250 nadadores corrían hacia el agua, directo hacia mi cámara.

Agua salpicando, un cardumen de personas, y una cámara que como tiburón trataba de atrapar a su presa. Foto tras foto. Es un escenario bastante particular y complejo en el cual trabajar, ya que tienes una cantidad considerable de posibles capturas. Aquí es donde un ojo entrenado ayuda, con 14 años a la espalda nadando, y unos 7 fotografiando la disciplina, lograba distinguir a distancia, quienes tenían mejor técnica, lo cual siempre da mejores imágenes. El primer lugar, casi me tomó por sorpresa en cuanto a su tiempo, se demoró unos 15 minutos en hacer 3/4 del nado, marcando así, una diferencia de casi 3 minutos solo en el agua. Con esta ventaja, finalmente se coronaría como campeón absoluto de esta triatlón.

De camino hacia afuera del agua, luego de una extenuante hora, comenzaba mi segunda parte de la carrera. Corriendo por el único camino habilitado desde la playa al sector de prensa, el cual es el mismo que usaban los triatletas para llegar a sus bicicletas. Iba semi saltando, tratando de sacarme el traje lo más rápido posible, para poder subir cuanto antes a mi bicicleta. Una vez seco, y tarjetas de la cámara cambiadas, salí en busca de acción sobre dos ruedas.

En total, logré cubrir unos 8 kilómetros del circuito de pedaleo, dentro de los cuales, se encontraban los últimos 4 de esa etapa. Debo decir que me sacaría el sombrero, si tuviese uno, ante los atletas, ya que a pesar del enorme esfuerzo que llevaban, varios tuvieron la energía de saludar a la cámara. 

Finalmente, luego de una agotadora carrera tanto para los deportistas como para mi, llegué a la meta, en donde el equipo de fotógrafos, que lentamente se consolida para los eventos de AndesChimp, hicimos las fotos de rigor de la premiación. De esta forma, dimos por concluido un día con muchos desafíos para todos. Solo quedaba la edición por delante.

Hoy, al momento de terminar de escribir esta nota, ya nos estamos preparando para el próximo desafío, que nos llevará cerca de unos 1000 kilómetros hacia el sur de Santiago, a la región de Los Lagos.

Un abrazo! Nos vemos en la próxima nota ;)

PD: Pido disculpas por no haber subido la nota el 24. Venía justo llegando de vacaciones un par de días antes, y no alcancé a terminar la nota a tiempo.